De Colmenar de Oreja a Buitrago: Sus guías y monumentos

Damos un paseo por la Comunidad de Madrid y nos encontramos grandes sorpresas en pequeñas localidades situadas a orillas de los ríos Tajo, Tajuña y Lozoya, en las comarcas de Las Vegas y Sierra Norte, respectivamente. Desde el Museo Ulpiano Checa de Colmenar de Oreja, sus bodegas y su casco histórico, presidido por su imponente Iglesia de Santa María la Mayor, pasando por la Plaza Mayor de Chinchón -declarada Cuarta Maravilla de la Comunidad de Madrid-, el Monasterio del Paular en Rascafría y llegando a Buitrago y la pequeña joya que alberga los bajos de su edificio consistorial: el Museo Picasso. Detalles cuyas referencias son a día de hoy difíciles de encontrar en Internet, como el guía del Museo Ulpiano Checa, Don Gregorio, que lleva toda su vida dedicada al estudio de un artista de vanguardia de finales del XIX hasta ya bien entrado el XX, que tiene una veintena de distinciones internacionales, que se codeó con otros artistas de su época, como Madrazo o Picasso, y que en España es un perfecto desconocido.  Su pasión por la trayectoria de Checa le ha llevado incluso a realizar reproducciones muy fidedignas de sus cuadros.

                Nos topamos con Isabel, la guía oficial de Colmenar de Oreja, que muestra con pasión y profesionalidad a los visitantes los distintos rincones de la localidad. Se conoce el pueblo al dedillo y adentra al visitante en su historia, el porqué de su Plaza Mayor construida sobre el cauce de un arroyo; el uso que daban a su ancestral lavadero a la vez que nos muestra la magistralidad de su iglesia parroquial y su cuadro más imponente, de ocho metros de altura: El Cristobalón de Ulpiano Checa.

                Ya en la vecina Chinchón, de la mano de Ana, podemos visitar el Teatro Lope de Vega, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con su Goya presidiendo el altar mayor o la Plaza Mayor, asoportalada, una de las pocas que aún a día de hoy albergan corridas de toros.

                En el Monasterio del Paular nos encontramos con el prior, el padre Miguel, un libro abierto. Conoce todos y cada uno de los detalles de los retablos que conforman este espacio espiritual, unos hechos a base de alabastro, del Siglo XV, otros de madera, del XVI. Los estilos gótico, barroco y churrigueresco se dan la mano en un lugar que fue destrozado por la invasión napoleónica, despojado de sus bienes con la desamortización de Mendizábal y posteriormente recuperado gracias al trabajo de los monjes Benedictinos, estudiosos, vecinos y el Museo del Prado, que restauró la magnífica colección de 54 cuadros de Vicente Carducho y que se pueden contemplar en el claustro.

                Terminamos la excursión en Buitrago del Lozoya y nos encontramos con la grata sorpresa de Iván, un chaval veinteañero del pueblo que su ilusión por mostrarlo al visitante le lleva a desarrollar una visita un tanto peculiar: nos muestra el funcionamiento de los distintos tipos de catapultas de la fortaleza, e incluso nos enseña  por dentro el reloj de la Torre principal y lo da cuerda. Lo hace con la misma ilusión con que explica cómo vecinos de diferentes culturas, guiados por el difunto párroco, don Francisco, recuperaron los ábsides de la iglesia de Santa María del Castillo, añadiendo artesonado de estilo Mudéjar, y sendas capillas decoradas con iconos de la religión ortodoxa, un ejemplo de convivencia de religiones y culturas. Y con la misma pena cuando recuerda que el caudal del río Lozoya cuando llega el otoño suele tener una lámina de agua embalsada de cinco metros sobre su cauce original y ahora solo se ve la marca que ha dejado el líquido elemento en sus paredes laterales.

                Este paseo lo finalizamos con Lalo, el guía del Museo Picasso. Tímido, parco en palabras, prefiere dar unas pinceladas del museo y ceder el protagonismo a su historia, muy bien expuesta en un corto, pero muy ilustrativo, video.  Su admiración hacia Eugenio Arias, barbero de Picasso durante 26 años, es palpable a través de su rostro. Su veneración al legado que dejó al pueblo, nada menos que toda una colección que acumuló gracias a los regalos que le hizo el pintor malagueño, hace que se convierta en el "guardian" virtual de este santuario artístico y pictórico de la Sierra Norte de Madrid.

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De crucero fluvial por el Tajo

Te propongo una excursión a bordo de una embarcación turística que surca el Tajo. El barco del Tajo es una experiencia inédita de gran interés natural y paisajístico porque nadie a priori se puede imaginar que el río más largo de España llega a ser navegable antes de su desembocadura en Lisboa. Comienza su recorrido en el Tajo, en el embalse de Alcántara, para posteriormente remontar el cauce del río Alagón en dirección Peña Cepeda, para contemplar a los Guardianes, los buitres leonados.  Esta cómoda embarcación te dará la oportunidad de conocer la fauna, la flora y la historia de la zona mientras disfrutas de un café, un refresco o productos típicos de la región y de elaboración propia como quesos, aceites, embutidos y dulces.